El bombardero furtivo B-2 no sólo es una maravilla de la ingeniería, sino uno de los mejores ejemplos de la superioridad aérea estadounidense.
Las raras imágenes aéreas del único Stealth de largo alcance del mundo -publicadas más arriba- resultan fascinantes.
A pesar de su aspecto malvado, se las arregla para volar por el cielo tan majestuosamente como un pájaro.
¿Qué hace tan especial al bombardero furtivo B-2?
Para empezar, el B-2 tiene capacidad a toda altitud para penetrar las defensas aéreas más sofisticadas en misiones nucleares y convencionales.
En otras palabras, puede volar totalmente desapercibido por los radares, lo que le permite acercarse sigilosamente al enemigo.
Antes de que surcara los cielos en 1989, Northrop Grumman -fabricante del Stealth Bomber- tuvo que inventar desde cero todos sus componentes.
Esa lista incluía herramientas, un laboratorio de software, materiales compuestos, equipos de pruebas especiales y sistemas informáticos y de modelado en 3D, y también se crearon procesos de fabricación relacionados.
El bombardero furtivo B-2, uno de los aviones con mayor capacidad de supervivencia del mundo, es el único que combina largo alcance, sigilo y una gran carga útil en una sola plataforma.
El Stealth vio su primer uso operativo durante la Operación Fuerza Aliada, cuando dos B-2 volaron durante más de 31 horas desde la Base Whiteman de la Fuerza Aérea en Missouri hasta los Balcanes, atacando múltiples objetivos antes de volar directamente de vuelta.
Al igual que el Concorde, con su icónico morro caído, el B-2 tiene una silueta inconfundible y un diseño de ala volante que lo convierten en uno de los aviones más reconocidos del mundo.
Incluso ha aparecido en películas como Independence Day, Armageddon, Iron Man 2, Cloverfield, Aviones, Rampage y, más recientemente, Capitana Marvel.
Pero cuando el bombardero Stealth no está haciendo cameos en películas, luchando contra monstruos gigantes o una invasión alienígena, está alcanzando una velocidad subsónica y una altitud de más de 50.000 pies.
Sin embargo, no tan rápido como el Concorde, que fue capaz de romper la barrera de Mach 2.
Pero lo verdaderamente asombroso es que el B-2 puede recorrer 6.000 millas náuticas (11.112 km) sin repostar y 10.000 millas náuticas (18.520 km) con un solo repostaje, alcanzando cualquier punto del mundo en cuestión de horas.
Tras 34 años de servicio, las Bombas Stealth B-2 siguen actuando, inspirando y allanando el camino hacia el futuro - que siga así.