Este concepto de Rolls-Royce Camper tiene un aspecto absolutamente fantástico.
Sí, sabemos que la idea suena descabellada, pero también lo era un Rolls-Royce eléctrico, o un Rolls-Royce SUV.
Y ambas cosas ya están aquí, así que ¿por qué no una autocaravana?
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Se crearon dos conceptos ligeramente diferentes.
Ambos están basados en el Rolls-Royce Cullinan, el primer -y hasta ahora único- SUV de la marca.
En el frontal, ambos se parecen más o menos a un Cullinan normal, con su salpicadero alto y la gran parrilla.
Las cosas son diferentes en la parte trasera, donde hay una extensión que puede utilizarse como vivienda.
Uno de estos dos conceptos tiene ventanas, mientras que el otro no.
En ambos casos, la extensión está integrada en la sección trasera y no cubre las puertas traseras.
Esto significa que los pasajeros y/o invitados pueden acceder al habitáculo simplemente utilizando las puertas traseras (suicidas) del Cullinan.
Ambos son también más altos porque tienen espacio extra en el techo, aunque con fines diferentes.
El modelo negro cuenta con bacas que pueden utilizarse para guardar objetos, mientras que la extensión del techo del modelo azul es lo suficientemente grande como para albergar una cama supletoria.
Hay que tener en cuenta que sólo se trata de conceptos, pero una empresa de tuning alemana llamada Delta 4×4 ya fabricó un vehículo similar.
Hace un par de años, modificaron un Cullinan personalizado al estilo de una furgoneta camper (fotografía inferior) para un coleccionista anónimo de la península arábiga.
En Europa, que es donde Rolls-Royce tiene su sede, las furgonetas camper son a veces mal vistas por alguna razón.
Sin embargo, en Estados Unidos, que es el mayor mercado de la marca, a la gente le encantan, y sobre todo las caravanas de lujo.
Para ser justos, a los fabricantes parece gustarles perpetuar este estereotipo, porque fíjese en la diferencia entre una autocaravana americana (izquierda) y una europea (derecha).
Una caravana Rolls-Royce suena un poco descabellado por el momento, pero a medida que los fabricantes de lujo se expanden en un esfuerzo por ampliar su base de clientes, podemos imaginarnos un vehículo recreativo similar a éste.
Como mínimo, Rolls-Royce podría hacer lo mismo que Lamborghini y Porsche y crear una versión hardcore del Cullinan.
